Mi año 6 en Londres

6 años desde que mude a Londres. 16 años desde que me fui de Venezuela.

El día que me montaba en el avión rumbo a la aventura, debí pagar unos 90 bolívares por dólar. 10 años más tarde, cuando regresé para una breve visita (no volví durante ese tiempo), tuve que desembolsar algo así como 2500 bolívares por dólar.

Todo me parecía increíblemente caro y no me atrevía a pagar nada, sin antes tener a algún familiar o amigo que me dijera que estaba bien.. Increíblemente, me sentí extraño en mi propio país. A pesar de la tecnología y de conversar con mi familia frecuentemente, me vi desubicado...desactualizado.

US fue una buena experiencia y no puedo quejarme del tiempo que viví allí. A los días de haber llegado, ya trabajaba y a los ocho meses, ya era Manager/co-propietario de una franquicia. Tuve la oportunidad de viajar a lugares que, de otro modo, difícilmente se me hubiese ocurrir visitar. Ciudades muy grandes...pueblos chiquiticos. Conocí gente muy interesante y otras no tanto. Aprendí otro idioma. Conocí a mi esposa. Dejé de pensar en Español mientras hablaba en Inglés.

En fin, aprendí un montón de cosas, entre ellas, que de haber sabido, me habría ido a viajar aún más joven.

Ahora, estoy enamorado de Londres. Sus acogedoras callecitas cada una con su propia historia. Sus centenarios pubs en pasajes casi escondidos a propósito, para ser descubiertos tan solo por los más curiosos. La extensa cartelera de obras de teatro. los estrenos de películas en Leicester Square, los sábados en Notting Hill, la National Gallery, Soho y China Town.

Londres es una ciudad casi tan moderna como lo es vieja, pero definitivamente me quedo con la tarea de conocer la vieja Londres. Vivir en esta ciudad puede resultar muy caro, pero lo compensa fácilmente la oferta de tantos eventos y lugares gratuitos.

La diversidad y mezcla de la gente, los paseos por Covent Garden, Camden Town, Embankment, el mercadillo de Portobello Road, los conciertos de verano, el patinaje sobre hielo en invierno!

Tu, que estas pensando inmigrar a esta ciudad, debes saber que al principio no es fácil. El contraste cultural, el idioma y en ocasiones la ignorancia de personas te pueden hacer difícil la tarea de encontrar trabajo, alquilar una habitación o hasta abrir una cuenta bancaria, pero lo importante es que recuerdes siempre tu meta, quien eres y lo que deseas hacer.

Créeme, al final vale la pena.